Quantcast
Channel: El Innombrable – Belascoaín y Neptuno
Viewing all articles
Browse latest Browse all 76

Cuba, la esperanza y el cambio

$
0
0

IMG_1168.PNG

El presidente Obama, un hombre que promueve activamente la audacia de la esperanza y que basó sus campañas presidenciales en la idea del cambio, ha combinado los dos conceptos en su acercamiento a Cuba: tiene la esperanza de que Castro cambie. Sin embargo, esa opción no es ni remotamente posible. En 2003, los hermanos Castro añadieron una cláusula a la Constitución que establece que el carácter socialista de la revolución cubana es irrevocable.

Quienes pensaron que la Guerra Fría terminó y es tiempo de dar un paso adelante, ahí está Raúl Castro para recordarles que no deben olvidar.

Castro y Obama habían acordado anunciar la noticia del nuevo amanecer para las relaciones de Cuba y Estados Unidos simultáneamente, al mediodía del 17 de diciembre, fecha particularmente significativa en el folclor cubano pues celebra a San Lázaro, el santo patrón de los necesitados, el que le da esperanza a la gente.

Obama dio su conferencia de prensa de pie, en una habitación iluminada. Se veía a un hombre joven, durante su segundo mandato presidencial, hablar con naturalidad. Castro, una reliquia de la era Eisenhower, estaba sentado en una cápsula de tiempo de caoba pobremente iluminada. Leyó sus declaraciones de una serie de cuartillas impresas, con el tono impostado de quien da un discurso grandilocuente, el único tono con el que siempre se ha dirigido al pueblo de Cuba.

Obama, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, compareció vestido de civil. Castro hizo acto de presencia infundado en su uniforme militar, con la retahíla de medallas que se ha otorgado a sí mismo durante décadas (ha sido la máxima figura del ejército cubano desde que él y su hermano tomaran el poder en 1959). Esa opción en la vestimenta fue cuidadosamente considerada.

Raul Castro apareció entre dos fotos en blanco y negro. En una, posa con un compañero de lucha que murió peleando contra el dictador anterior (no Fidel, el que estaba antes). En la otra foto figura con su difunta cónyuge, la mujer más poderosa del último medio siglo en la isla. Por más que el presidente de los Estados Unidos quiera pasar la página, Raúl Castro es un hombre que vive en el pasado.

Pero en caso de que la estética retro no fuera suficiente, Raúl Castro abrió la boca. Estas fueron sus primeras palabras: “Compatriotas, desde mi elección como presidente…”. Ese es el momento exacto en el que la audiencia educada debe comprender que esto es una gran farsa: Raúl Castro nunca ha sido elegido.

El acuerdo de abrir una embajada estadounidense en La Habana fue precedido del mambo del trueque en el que un espía del gobierno norteamericano que cumplía sentencia en Cuba fue canjeado por tres espías cubanos presos en Estados Unidos. (Según se puede ver en el selfie en el que Raúl Castro muestra su recién recibido botín de guerra, los espías cubanos estuvieron bien alimentados durante su cautiverio). Alan Gross, el subcontratista de USAID que perdió más de 100 libras de peso y gran parte de su dentadura en prisión, fue liberado por “cuestiones humanitarias” luego de 5 años de encarcelamiento injusto por entregar computadoras portátiles y teléfonos móviles a la comunidad judía en Cuba.

Además, Obama anunció que quiere reconsiderar la pertenencia de Cuba a la lista de países que patrocinan el terrorismo. Aun así, el mismo día de este intercambio, el largo tentáculo de la represión norcoreana penetró la conciencia colectiva de Estados Unidos al advertirle a Sony Pictures (y su audiencia global) que si la compañía saca la película “The Interview” habrá repercusiones terroristas. Nada ha cambiado desde que en julio de 2013 el barco norcoreano Chong Chong Gang fuera interceptado en aguas panameñas con 240 toneladas de cargamento bélico escondidas bajo sacos de azúcar. El barco y las armas procedían de Cuba, del mismo régimen que puso al mundo al borde de una guerra nuclear a principios de los 60, el mismo régimen al que esta nueva movida intenta apaciguar.

En su discurso inaugural del 20 de enero de 2009, Obama aludió a la dinastía Castro: “Quienes se aferran al poder a través de la corrupción, el engaño y el silenciamiento de la oposición, sepan que están en el lado equivocado de la historia, pero que les extenderemos la mano si están dispuestos a abrir el puño”. Pero el puño castrista sigue tan apretado como siempre.

En la mañana del 20 de diciembre de 2014, la noticia de que un guardacostas cubano había hundido una embarcación que llevaba mujeres y niños comenzó a circular en la prensa en inglés. Hasta el momento, se ha reportado un desaparecido. Esperemos más desplantes al gobierno norteamericano (y al pueblo de Cuba) de la misma fuente.

Hay una parábola que ilustra la malhadada relación entre Obama y Castro. Un hombre ve un escorpión ahogándose en un charco. Considera el resultado de sus acciones, pero decide que está en su naturaleza proteger al animal, así que mete la mano en el agua y lo saca. La naturaleza del alacrán es clavar el aguijón. El hombre reacciona al veneno abriendo la mano, lo que hace que el escorpión caiga al agua. Con las extremidades comenzando a inflamarse y a punto de alucinar, el hombre ve un escorpión ahogándose en un charco. Y siente la imperiosa necesidad de salvar a la criatura.

***
Alexis Romay
New Jersey


Archivado en: Cuba, El Innombrable, Embargo, Exilio, Heredero en Jefe©, Insilio Tagged: Barack Obama, Fidel Castro, Raúl Castro

Viewing all articles
Browse latest Browse all 76

Trending Articles